Sunday, 3 February 2008

Visita de SS. Bhakti Bushana Swami a Argentina. Parte 1 de 3‏

SÁBADO 15 DE DICIEMBRE DE 2007 - CÓRDOBA


Este relato comienza con el viaje que hicimos Baladeva y yo desde Mendoza hasta Villa Dolores, para traer a Mendoza a nuestro amado Guru Maharaja. Salimos por la mañana a las 6.30 y llegamos en un viaje excelente a las 12.30 a la casa de prabhu Harsha, donde vive con su esposa Kasturika dd y su hijo Pradyumna.

La casa es humilde pero tiene una cocina enorme como para devotos y una sala anexa que es el templo donde se encuentran Sri Sri Gaura Nitai, de unos 12 cm., hechas en bronce, en un altar pequeño arreglado con madera y una delicada tela blanca y dorada. El último día que estuvimos allí Guru Maharajá elogió el altar diciéndole a madre Kasturika dd que estaba decorado con muy buen gusto, que las Deidades se veían muy felices porque estaban siendo cuidadas muy esmeradamente. Él notó que durante esos pocos días habían sido cambiadas en varias oportunidades y le preguntó si la ropita la hacía ella, a lo que respondió tímidamente que sí. De este modo él mostró su satisfacción por ese sencillo pero bello altar, lo que resumió diciendo que "no es fácil tener buen gusto".

A un costado del altar hay un murti de Srila Prabhupada tallado en madera, de unos 30 cm., sentado en una vyasasana. No recuerdo dónde lo consiguieron, pero prabhu Jayasena le hizo varios retoques al rostro para conseguir un mayor parecido.

Al poco rato de haber llegado nosotros, Guru Maharajá que estaba en su cuarto salió para saludarnos, nos preguntó si estábamos bien y algunos minutos después salimos rumbo a la casa de prabhu Phanesvara, a donde habíamos sido invitados a tomar prasadam.

Prabhu Phanesvara, que en ese momento estaba de viaje, vive en San Javier, a unos 10 kilómetros de Villa Dolores, en una casa opulenta de estilo rústico donde se lucen las maderas naturales, con grandes ventanas que dan a un hermoso jardín rodeado de muchos árboles y exuberante vegetación. En un extremo de la gran sala de estar se ubica el altar, igualmente opulento, presidido por Sri Sri Gaura Nitai moldeadas en resina. Pero allí se encuentran también murtis de Garuda, Hanumanji, Krishna, Radha Krishna, pavos reales, elefantes, vacas. Está decorado en un estilo fastuoso con muchos elementos decorativos originales de la India, muy colorido y con muchas flores.

Enseguida nos acomodamos todos en la amplia sala. Sentados en el piso prabhu Kripamoya, Harsha, Baladeva, Pradyumna, madre Manorama, madre Nandarani (la dueña de casa), sus hijos y varios amigos invitados, observaban con ojos extasiados a Guru Maharaja, a quien habían ofrecido un sillón a la derecha del altar. Allí se sentó Gurudeva, refulgente, muy animado, con sus grandes ojos celestes bien abiertos, y una sonrisa iluminando su rostro. Después de saludar brevemente a todos y agradecer la invitación, le pidió a prabhu Baladeva que iniciara el bhajan con el armonio.

En todos lados ocurre igual, Guru Maharajá se sumerge en las glorias de los santos nombres con sus ojos cerrados, siguiendo las melodías de la música, suave al principio y muy animada al final, y todos los devotos participan, creando una atmósfera espiritual que durante esos minutos nos libera de los condicionamientos de la vida material, haciéndonos olvidar todas sus angustias y ansiedades, llenándonos de paz y haciéndonos apreciar el maravilloso movimiento de conciencia de Krishna a través de esta experiencia palpablemente trascendental. Donde sea que vaya Guru Maharaja el mundo material se transforma y toda experiencia ordinaria se convierte con su presencia en algo extraordinario. Los mismos lugares, las mismas calles, los mismos árboles, cuando uno los ve en presencia de Guru Maharaja se convierten en algo distinto, maravilloso. Nosotros mismos nos sentimos más devotos y en esos momentos nos parece que todo es posible. Gurudeva es tan natural en su conciencia de Krishna, y por su misericordia transmite tan fácilmente esa experiencia, que el servicio devocional se nos hace fácilmente accesible por su shakti.

Madre Sita (hija de los dueños de casa) también tocó algunas dulces melodías con el armonio acompañando su bella voz, pero se sentía algo insegura, así que fueron muy breves y nos dejó con ganas de oírla una próxima vez.

Luego de una hora de bhajans sirvieron el prasadam y a su término nos retiramos nuevamente a la casa de prabhu Harsha a descansar. Esa noche tuvimos allí un programa muy lindo, con la llegada de más devotos, como prabhu Baladeva de Merlo y su familia y varios vecinos del lugar que llenaron la sala. Gurudeva dio una clase sobre el B.G. 7.25, centrando la charla en las opulencias del Señor Supremo, particularmente Su renuncia. Para ilustrarlo contó varios pasatiempos, como por ejemplo La Liberación de Mucukunda y La liberación de Sisupala, que narró contando numerosos y pormenorizados detalles extraídos del Mahabharata, como que Sri Krishna y Sisupala eran parientes.

Cuando llegaron las preguntas, una señora preguntó qué podía hacerse cuando uno vive lejos de un templo. Guru Maharaja le preguntó a qué distancia vivía, y cuando ella respondió 22 kilómetros, él le sonrió amablemente haciéndole notar que eso no es lejos, que los devotos suelen apreciar que el movimiento de la conciencia de Krishna es una joya muy rara de encontrar y entonces viajan enormes distancias para tener la compañía de los devotos. En casa de prabhu Harsha hay programas un domingo al mes, "¿cuál es la dificultad?" preguntó con una sonrisa, y realmente la convenció y la entusiasmó para que siga viniendo a los programas.

Aquella noche el prasadam estuvo muy rico, destacándose un arroz picante que cocinó prabhu Dina Dayal y un srikan exquisito que preparó madre Manorama. A Gurudeva le gustó mucho y lo repitió tres veces.

Durante el kirtan notamos que él apenas se movió y permaneció de pie a un costado mientras nos animaba a los demás a saltar y bailar. Ese detalle no escapó a la mirada atenta de sus discípulos. A la mañana siguiente cuando también advirtieron que al levantarse de su asiento se tomaba la rodilla izquierda se preocuparon y enviaron a prabhu Harsha a preguntarle qué le pasaba, si podían llevarlo a un médico, adivinando que se trataba de una derivación de su problema de columna. Pero prabhu Harsha volvió desanimado diciendo, "Me dijo que solamente nos preocupáramos por cantar Hare Krishna, que estaba bien, y no me dijo nada más".

Esa noche nos acostamos tarde, después de las 24 hs. Mientras tomábamos prasadam los devotos que hacía un tiempo que no nos veíamos aprovechamos para conversar de nuestros temas particulares, renovando los lazos de amistad que nos unen, al preguntarnos mutuamente por nuestro bienestar, situación familiar, laboral, etc. Guru Maharaja sin quererlo propicia estas cosas también, la reunión de hermanos espirituales y amigos de la conciencia de Krishna que vienen desde zonas cercanas de la región para verlo y entonces nos asociamos en familia. Guru Maharaja también es una fuente de noticias trascendentales, pues al viajar constantemente por el mundo entero, nos trae información de devotos de Argentina que se encuentran prestando servicio devocional en Centro América, los Estados Unidos o Europa. Y siempre pregunta ¿cómo está? tal o cual devoto de los que nosotros sí vemos, pero que por alguna razón no ha venido a la reunión. De esa manera entorno a Guru Maharaja se refresca la memoria y el afecto por toda la comunidad de devotos y nos enteramos de los proyectos de prédica que se están desarrollando por todo el mundo.
Enviado por:
Hamsa Rupa Das
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